Texto y fotografías de: Diego J. Casillas Torres
09 October 2024 | Fuente: www.miextremadura.com
Siempre que quiero hacer planes me viene a la memoria el título de una obra de Diego González, “Planes para no estar muerto” 2006, porque al fin y al cabo, se trata de eso. Me niego rotundamente a aceptar que las Parcas me encuentren en el sofá, con el mando del televisor en la mano. Además, abusar de eso sería una muerte sensacional, de sensaciones claro, un concepto gamberramente poético. La vida, en contraposición, te sobreviene cuando viajas y recorres carreteras, caminos y trochas, con sol radiante o lluvia empapante, o también cuando en algún rincón consigues reunir a un puñado de personas hermosas alrededor de una chimenea con una copa de vino en las manos.
De esas reuniones alrededor del fuego que terminan estando inspiradas por el mismísimo Dioniso/Baco (hoy estoy muy mitológico), nacen ideas, se sugieren viajes que terminan tomando forma algún día y que, en cualquier caso son también planes para no estar muerto.
El viento (Eolo, ya que estamos) azota la ventana y las cortinas del patio vuelan. Una pequeña tempestad que inquieta, como si fuese el preludio de unos días de tiempo endemoniado. El agua se hace presente a ratos en ráfagas suaves y violentas a la vez. Y así pienso que este fin de semana que algunos llaman puente por aquello del 12 de Octubre, aunque este año cae en sábado, no me voy a quedar en casa. Y pienso, pienso qué es lo que puedo hacer…
Y se me ocurren todas estas cosas así, anárquicamente. Ideas que surgieron hace un par de años cuando en una de esas reuniones de chimenea, en casa, trazamos este plan sobre unos mapas.
Sierra de Alange, Ruta de los Molinos (Arroyomolinos)… Son algunos lugares entre otros. También puedes recorrer los bosques inmensos del Ambroz o El Jerte. Porque si hay algo de lo que estamos “sobraos” en Extremadura es de lugares para caminar.
¿Conoces a fondo el Museo Nacional de Arte Romano, en Mérida?. Quizá no conozcas el arqueológico provincial de Badajoz, o el etnográfico de Don Benito, el MUVI de Villafranca, el museo de las setas de Monesterio, el de la Ciudad de Llerena… Se calculan en más de 100 los museos y centros de interpretación dedicados a la arqueología e historia, naturaleza, etnografía, gastronomía…
En Llerena puedes visitar una de las bibliotecas más bonita de España y una de las más singulares, sin duda. También puedes tener Jerez de los Caballeros en tu mano o visitar Trujillo o Cáceres de noche que son una delicia, pasear por la Plaza Alta de Badajoz, las Juderías de Alburquerque, Plasencia o Guadalupe (portada)…
Uno de los espacios más singulares de Extremadura, una combinación perfecta entre arte y naturaleza. Wolf Vostell lo vio y quiso que los demás lo disfrutásemos.
Si te decides a visitar "La pequeña Roma", no puedes marcharte sin conocer el Teatro Romano. Aquí sobran las palabras, explicaciones… solo hay que abrir la mente, desplegar los sentidos y empaparse del pasado histórico de Augusta Emérita.
No, no te sugiero que te vayas de copas aunque si quieres hacerlo, una buena oferta te espera en cualquiera de las ciudades principales de Extremadura. Me refiero al cielo nocturno, porque Extremadura es uno de los lugares que mantiene una baja contaminación lumínica, ideal para la observación y fotografía nocturna. Estos días además, con cometa incluido, aunque habrá que esperar a ver qué tal las nubes. Por si acaso, te recomiendo que busques un lugar algo, como la Alcazaba de Reina o el Castillo de Alange. Si hay nubes quizá te permitan ver algunas estrellas pero siempre, siempre, vas a encontrar lugares únicos.
Sugerencia: si transitas una noche despejada entre Mérida y Cáceres, busca un desvío, quizá el de Rincón de Ballesteros (a medio camino), aparca en un lugar seguro y baja del coche, apaga las luces y prepárate para disfrutar de un espectáculo único.
Antes de disfrutar de la noche, te sugiero que disfrutes de la puesta de sol. Las de Otoño en Extremadura son de las más hermosas que encontrarás. Por ejemplo, en Montijo puedes subir a las ruinas de la Ermita de San Gregorio Ostiense y verás cosas como la que te muestro. Un río como el Alagón también ofrece bonitas puestas de sol. O si estás, por ejemplo en Medellín, el perfil de sus iglesias te brindarán un bonito atardecer. Aunque la puesta de sol más bonita que he visto no te la voy a enseñar, te voy a pedir que vayas a verla en la Alcazaba de Reina.
Mario es un tipo genial, además de reconocido piloto y gerente de Xtremabuggy. Desde su base en Montemolín te ofrece inolvidables rutas en buggy por el sur de la provincia de Badajoz. Quizá algo que deberías probar.
¿Cuál? El que quieras. ¿Sabes que tenemos más de 300 castillos en Extremadura?. A mí me gusta acercarme a los menos conocidos como el del Mayoralgo, en la A66, aunque Monfragüe, por ejemplo, nunca defrauda. Montánchez, Cabañas del Castillo, en las Villuercas, Trevejo en Sierra de Gata, Granadilla… Elije en función de lo que quieras recorrer.
El turismo enológico es una opción interesante. Bodegas como Payva abren sus puertas para su visita y para que puedas conocer el lugar donde se elaboran sus vinos. Quesos como la Torta del Casar o los de Tamussia justifican una visita al Casar de Cáceres o a Botija, por poner un par de ejemplos.
Una ruta por los Dólmenes de Valencia de Alcántara o ir a conocer pinturas rupestres como las del abrigo de Monfragüe, visitar lugares como Cáparra o cualquier otro yacimiento arqueológico como Regina, Castro Capote… te sumergirá de lleno en la historia más antigua de nuestra región.
Montar en bicicleta, pescar… Tenemos una de las redes de carreteras secundarias más amplias y también el mayor número de pantanos y extensión fluvial de todo el país. Si no te gusta pescar, rema, que agua no te va a faltar. Hay múltiples empresas de turismo activo con una gran oferta en casi todos los espacios navegables. También hacer yoga junto al acueducto de Los Milagros en Mérida o por la noche en Cornalvo es una opción poco cotidiana que puedes experimentar.
Es posible que las grullas no hayan llegado a mediados de mes… o sí. Si escuchas su gruir, que tiene un alcance de ¡5 kms!, aventúrate a buscarlas por las zonas de dehesa o arrozales en La Serena. Visita algún fenómeno geográfico como el Meandro del Melero, en Las Hurdes, o natural como La Encina Terrona en Zarza de Montánchez.
En cualquier lugar de Extremadura vas a encontrar buenos alojamientos en los que reposar, calmar tu estrés y disfrutar de un fin de semana único, así que… no te quedes en casa y haz planes para no estar muerto.
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