Texto y fotografías de: Diego J. Casillas Torres
15 April 2021 | Fuente: www.miextremadura.com
Buscar nuevos recursos turísticos es también una de las metas de www.miextremadura.com y #extregramers. En esta ocasión, hemos identificado un nuevo recurso de gran belleza en un entorno incomparable: la Sierra de San Gregorio en Santa Cruz de la Sierra (Cácceres). Hablamos de la escoba blanca en flor.
Extremadura en primavera se tapiza de colores que nos hacen sentir que estamos vivos, y ahora más que nunca. Un verdadero regalo de la naturaleza que estos días podemos disfrutar. La impresión que recibimos nada más parar en Santa Cruz de la Sierra para subir al pico de San Gregorio fue realmente impactante. La falda de la sierra, a partir de cierta altura, se vestía de blanco con las flores de una planta quizás olvidada: la escoba (Cytisus Multiflorus).
Este arbusto puede llegar a alcanzar los dos metros de altura y presenta pequeños grupos de flores entre sus hojas formando racimos. Se da principalmente en terrenos graníticos o cuarcíticos, como es el caso, creciendo entre las rocas y siempre al sol ya que no soporta la sombra. Es frecuente encontrarlo en cualquier lugar de Extremadura. Florece habitualmente entre los meses de marzo a junio y es entonces, en este momento, cuando se encuentra en absoluta plenitud.
Ya nos ocupamos en otra ocasión de esta bonita población cacereña que guarda muchos tesoros aún por descubrir. Y lo hicimos hablando de las ruinas del Convento Agustino (click aquí para conocer más), visibles desde la carretera y de gran interés. También se ocuparon de este lugar con bastante rigor nuestros amigos de Arte en Ruinas (click aquí para ver el reportaje de AeR). Pero eso no es todo en esta localidad. En el ascenso a San Gregorio pudimos apreciar restos precélticos, vetones, romanos, visigodos y árabes. El convento data inicios del barroco (1.670 aprox.). En suma, una verdadera colección de historia al aire libre y un lujo para cualquier equipo de arqueólogos.
Comenzamos la ruta por un camino empedrado que inicia a la derecha del convento según se llega a él desde el centro de Santa Cruz, ya en las afueras.
Por el camino vamos encontrando una curiosa conducción de agua, que nos acompañará casi hasta la cima, labrada en piezas rectangulares de granito. Otras veces la encontraremos esculpida directamente sobre la roca. Esta conducción atribuida a época romana encauzaba convenientemente el agua desde diversos manantiales de la sierra. El uso de este recurso natural fue objeto de cierta controversia entre los vecinos del pueblo y los religiosos agustinos, motivo por el cual dejó de usarse.
Encontramos también fuentes con pilas preciosas en granito, con pilones, pobladas por multitud de ranas que huyen temerosas cuando nos acercamos.
En la segunda fuente aprovechamos para beber un sorbo de agua (nos habían asegurado previamente que era natural y no estaba contaminada) y reaprovisionarnos llenando la cantimplora.
A partir de aquí: ¡Comienza el espectáculo!. Matas y más matas de escoba florida entre las que nos vemos obligados a pasar ya que el camino, ahora transformado en senda, se interna en la espesura algunas veces.
Resulta curioso ver cómo casi todo el recorrido el suelo está empedrado o trabajado en la roca. En ocasiones nos da la sensación de estar subiendo por unas escaleras.
Por el camino vamos dejando también los restos de un castro vetón que toma el nombre de la sierra, El Castro de San Gregorio, del que apenas quedan muros en pie y entre los que identificamos murallas y viviendas.
La subida termina con algo de cansancio. El regalo: unas vistas espectaculares, comer una manzana en la cima y beber algo del agua que hemos cogido en la segunda fuente. Pero no todo había terminado, aún quedaban tres sorpresas más.
1. Unos escalones esculpidos en el grupo de rocas que corona la cima nos hace pensar, y así lo hemos leído en estudios, en un santuario rupestre.
2. La cumbre es un pequeñísimo llano casi circular, al que hay que llegar "gateando", como decimos en Extremadura, por unas rocas que no entrañan dificultad. Da la sensación de construcción humana y está coronado por piedras que forman algo parecido a... ¿un cromlech?. No será por falta de presencia humana de época megalítica.
Y 3), justo en el centro del supuesto cromlech, encontramos un aljibe probablemente árabe a juzgar por la forma, con la parte superior de la bóveda derruida.
Encontrar recursos como este es sensacional, una flor nos ha llevado a ver y conocer la historia milenaria de un lugar que para muchos, solo es una sierra que está al lado de la autovía. Desde MiExtremadura.com proponemos y apoyamos cualquier iniciativa que pretenda transformar este festival florido en uno más de la agenda de eventos naturales primaverales como el Cerezo en Flor, el Almendro en Flor o El Frutal en Flor.
Si quieres saber cómo llegar a Santa Cruz de la Sierra, haz click aquí para ver el enlace en Google Maps y calcular tu recorrido.
Si quieres conocer la ruta, te recomendamos las que se encuentran registradas en Wikiloc. Nosotros seguimos esta y no tuvimos ningún problema en coronar el pico.