20 September 2018
A las puertas del Otoño, las noches que se avecinan aún nos van a ofrecer unas temperaturas muy agradables para pasear así que, hemos cogido la cámara de fotos para intentar "abrir boca" de lo que puede ser un paseo nocturno por la capital cacereña después de una agradable cena en cualquiera de los extraordinarios restaurantes o terrazas que Cáceres tiene. Empezamos por la Plaza Mayor, al pié de la Torre de la Yerba y el Ayuntamiento. No nos hemos complicado mucho para aparcar nuestro coche y lo hemos dejado en el cercano parking Galarza.
Cruzaremos la plaza para dirigirnos hacia la Torre de Bujaco con su anexa Ermita de la Paz, donde arranca una escalinata por la que ascenderemos hasta el Arco de la Estrella, puerta de entrada al recinto antiguo amurallado de Cáceres.
El Arco de la Estrella separaba la ciudad amurallada del resto en el Siglo XV. Ante él se juraron los privilegios y fueros de la ciudad de Cáceres en presencia de los Reyes Católicos.
La Plaza de Santa María es uno de los rincones más bonitos del casco antiguo de Cáceres. El Palacio Episcopal, el de Hernando de Ovando, el de los Mayoralgo, el Palacio Provincial y el de los Golfines de Abajo son los edificios históricos que encontraremos en esta plaza, además de la Concatedral de Santa María la Mayor, recientemente famosa, junto con la plaza al ser el escenario de rodaje de la serie de televisión "La Catedral del Mar".
San Pedro de Alcántara, nacido en Alcántara y bautizado como Juan de Garavito y Vilela de Sanabria, franciscano, fue el fundador del convento más pequeño del mundo "El Palancar" (Pedroso de Acím) es testigo silencioso de todo cuanto acontece en esta Plaza de Santa María.
La iglesia de San Francisco Javier, obra del barroco, está situada en la Plaza de San Jorge y fue construida en el Siglo XVIII. Posee una cripta donde se encuentra enterrado el antepenúltimo obispo. Subir en pleno día a sus torres nos brinda la oportunidad de tener unas vistas únicas de Cáceres.
Cáceres está salpicado de torres. Esta es la de Sande. Pero todas tienen una particularidad: están desmochadas, es decir, les falta el aspecto militar que, en su época tuvieron. Este "desmoche" fue ordenado a modo de castigo por Isabel la Católica tras el enfrentamiento que mantuvo con Juana la Beltraneja por la sucesión, ya que la nobleza cacereña manifestó abiertamente su preferencia por la perdedora Beltraneja.
Después de subir hasta la parte alta del casco antiguo, bajamos hasta el Arco de la Estrella de nuevo, y lo hacemos por el adarve que sigue el trazado de la muralla. Pasaremos por la Torre del Horno.
Y continuaremos descendiendo por el adarve hasta el punto por el que entramos en la ciudad antigua.
Esta es solo una pequeña muestra de un agradable paseo nocturno. No es ni el diez por ciento de las sorpresas que el casco antiguo de Cáceres nos ofrece. Por ello, porque es una sorpresa, os invitamos a hacer este recorrido ampliado. Da igual que sea de noche que de día o que lo hayas hecho anteriormente. Siempre se descubren cosas nuevas y se experimentan sensaciones nuevas. Cáceres te está esperando.