La tumba de Antígona

Me da mucha pereza pensar en la gente que va al Festival de Mérida solo a ver las obras en las que actúan personajes famosos, estrellas de la televisión y tratan con desdén a las producciones extremeñas solo porque el mero hecho de ser de la tierra. Sí, ese público existe y quizá porque no le gusta el teatro. Son amantes de los espectáculos y disfrutan viendo caras conocidas y tirándose el pisto de que han ido "a ver una obra de teatro al Teatro Romano de Mérida". A tod@s ell@s les dedico esta entrada.

Una producción extremeña me sirve cada año para reivindicar la buena salud del teatro regional. En "casa" tenemos actores y actrices, director@s, dramaturg@s, músic@s, iluminador@s y un largo etcétera de profesionales del teatro cuyo trabajo es de una calidad que nada tienen que envidiar a nadie. Personas que dan de sí más que los que están ya acomodados a los focos y platós, porque, sencillamente, tienen que pelear con un público que no les prefiere. Y no lo digo con desdén por mi parte hacia los repartos más comerciales, para nada, al contrario, solo trato de colocar en este maravilloso puzzle del teatro una pieza más, la extremeña, que ayuda a poder ver la estampa final de este Festival Internacional de Teatro Clásico que tenemos la suerte de disfrutar cada verano en Mérida.

Yendo al grano... La tumba de Antígona es la última representación del Festival de Mérida en su 68 Edición. Un broche final precioso, con una sensibilidad y un impacto visual altísimo, con el que se completa la oferta teatral del romano este año. Un trabajo brillante de un equipo extraordinario encabezado por Ana García, Cristina Pérez Bermejo, Elena Rocha, Lara Martorán, Camilo Maqueda, Mamen Godoy, Tania Garrido, Jorge Barrantes, Simón Ferrero, Sergio Barquilla, José Antonio Lucia y Francisco García. Dirigidos por Cristina Silveira que, con Karlik Danza-Teatro, reparte tantas alegrías y satisfacciones como obras pone en escena.

Nieves Rodríguez y la propia Cristina Silveira han adaptado el texto original de María Zambrano. Cuenta el equipo con la colaboración artística de Susana de Uña, la escenografía de Amaya Cortaire, el vestuario de Marta Alonso Álvarez, la música de Álvaro Rodríguez Barroso, la iluminación siempre certera de Fran Cordero. La ayudantía de dirección y regiduría está en las manos de Carlos Sañudo que repite año en este festival (Hipatia de Alejandría 2021) porque parece que le ha cogido el pulso perfecto a este exclusivo espacio. La escenografía es de Antonio Ollero y La Nave del Duende. Han cosido las creaciones de Marta Alonso las sempiternas Luisi Penco y Lali Moreno. En la Dirección de Producción está David Pérez Hernando. 

El montaje que veremos sostiene que "Antígona no se suicidó en su tumba sino que encuentra espacios de tiempo en su delirio con los que podemos renacer. ¿No estamos acaso ávidos de nacer del todo?. ¿De encontrar razones del corazón a la sinrazón de los tiranos?. ¿No tendremos enterrada viva una Antígona cada una de nosotras?". Antígona ofrece su palabra que nunca es la última. "No puede serlo cuando la agonía de Europa sigue dejando cadáveres insepultos, sigue dejando niñas sin tierra, sigue dejando muertos anónimos, sigue delirando entre la vida y la muerte". Así se encuentra Antígona, Ahí nos encontramos junto a ella porque la seguimos oyendo. Y porque mientras la historia que devoró a la muchacha Antígona prosiga, esa historia que pide sacrificio, Antígona seguirá delirando. Y no será extraño, así, que alguien escuche este delirio y lo transcriba lo más fielmente posible. Así lo hizo María Zambrano. Así, al amparo de Zambrano lo hace Karlik.

El pase gráfico de anoche, generoso, ofreció imágenes que me dejaron la miel en los labios deseando encontrar el panal completo hoy en el estreno. Esa es la miel que algun@s deciden no probar. Hasta el próximo año.

La Tumba de Antígona es una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Karlik Danza-Teatro

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