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26 September 2019
Fosos, murallas, restos de torreones … Lo que a simple vista parecen simples cercas de piedra delimitadoras de fincas son, en realidad los restos del complejo y completo sistema de murallas y cierres del Castro de Villasviejas del Tamuja que abarca también las Necrópolis del Mercadillo y las del Romazal I y Romazal II.
Está situado en el Término municipal de Botija, en la provincia de Cáceres, a unos 38 Kms. (pincha aquí para saber cómo llegar desde Cáceres, o aquí si vienes desde Mérida o Badajoz) lindando con los términos de Cáceres y Plasenzuela, en plena comarca de Sierra de Montanchez y Tamuja. Se trata inicialmente de un hábitat fortificado de la Segunda Edad del Hierro o Hierro Pleno y atribuido al pueblo Vetón, aunque la ocupación más antigua del yacimiento no corresponde a la época protohistórica, sino que algunos materiales recogidos en superficie evidencian una ocupación prehistórica, posiblemente calcolítica.
El castro se compone de dos recintos amurallados interpretados como independientes, situados en sendas elevaciones del terreno, delimitados en algunos laterales por el curso del río Tamuja que, hundido en la pizarra crea en ocasiones paredes que utilizaron como elemento defensivo y protector del recinto.
Estas murallas de las que hablamos, en algunos puntos están reforzadas con doble hilera de sillares de granito y relleno de piedras. En otros lugares aparecen revocadas en arcilla o su fábrica es de simples lajas de pizarra, colocadas siempre con una maestría tal que cuesta creer que tengan más de dos mil años la terminación de algunas de las estructuras que están apareciendo en las últimas excavaciones. La diferencia en el uso de materiales debemos buscarla en la mentalidad de una sociedad aristocrática que busca definirse y mostrar su alto grado de desarrollo por medio de una gran obra realizada por toda la comunidad de cara al exterior, bien al enemigo, bien al visitante.
La muralla sólo ha sido excavada en el punto Sureste, en donde localizamos un gran Torreón macizo y un tramo de muralla realizada en sillería de granito trabada con arcilla en su paramento exterior y rellena con grandes piedras de granito sin desbastar, pizarras y tierra al interior.
Parece ser que la población fue romanizada, quizás por la época de las guerras Sertorianas ya que han aparecido restos de cerámica romana y otros útiles similares a los aparecidos en el campamento de Cáceres el Viejo. Llegó a tener su propia Ceca y emitir moneda propia. No obstante son más las dudas que lo que se conoce y para ello se ha iniciado una nueva campaña de excavaciones que está sacando a la luz nuevas estructuras y restos que aportarán más información al origen, desarrollo y abandono de la ciudad en torno al siglo I a.C.
Una mañana de Otoño conocimos este Castro. Desde entonces hemos vuelto todos los años. El próximo Domingo, 29 de Septiembre, el Ayuntamiento de Botija organiza las XI Jornadas de Puertas Abiertas Villasviejas del Tamuja, iniciativa con la que trata de dar a conocer el yacimiento arqueológico mediante visitas guiadas por arqueólogos y geólogos. También se desarrollan actividades y talleres infantiles y recreaciones históricas que tratan de aproximar a los visitantes a las culturas pre-romana y romana. En definitiva, puede que sea la mejor ocasión que tengas hasta dentro de un año para conocer Villasviejas del Tamuja si no la has visitado antes.