Cultura

Yacimiento de Huerta de Otero. Lo que la tierra aún esconde.

Una excavación arqueológica siempre sorprende. Es como abrir una ventana en el tiempo, un túnel por el que asomarnos al pasado.

Y así nos encontramos, por ejemplo con restos de un opíparo banquete como estas conchas de ostras que parecen haber sido comidas hace unos días y sin embargo lo fueron hace casi dos mil años.

 

 

El extraordinario estado de conservación de la casa sorprende tanto o más como encontrar estos restos de moluscos. Los mosaicos, salvo daños localizados, ofrecen un aspecto casi pompeyano, al igual que las pinturas, el revoco de las columnas de granito o unas fantásticas escaleras de mármol aparecidas. De esta casa se cree que se dividió en un momento dado. Se encuentra muy próxima a la muralla defensiva de la ciudad y cuenta con unas termas que podríamos calificar como las mejor conservadas encontradas en Mérida, con caldarium (baño caliente), frigidarium (baño frío) e incluso la boca del horno en el que se generaba el calor para el caldarium. Sorprende ver de cerca la ejecución de estas estancias en las que aún se conservan incluso fijaciones de hierro entre los tabiques y las paredes de los baños.

 

 

Ha sido necesario bajar a los 5 metros de profundidad para encontrar el arranque de la muralla y la cota urbana de AVGVSTA EMERITA en esta parte de la ciudad junto a la Alcazaba Árabe bajo la cual, según parece, esta y otras casas continúan.

 

 

Pero aún habrá que esperar para contemplar esta vivienda en todo su esplendor. Hace días, el Consorcio de la Ciudad Monumental organizó unas jornadas de puertas abiertas del yacimiento en el que el público pudo apreciar la monumentalidad y belleza de la domus y su estado de conservación. Las excavaciones seguirán y confiemos en que pronto pueda incorporarse a la oferta arqueológica de Mérida para que pueda ser disfrutado por todo el mundo. Mientras llega ese momento, os dejamos alguna de las fotografías que pudimos hacer en la cota emeritense de hace casi dos mil años.

 

 

Cabe destacar que este yacimiento es un espacio excavado por el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida que va a ser recuperado para la ciudad gracias a la labor del Ayuntamiento de Mérida, el propio Consorcio y el Instituto de Arqueología de Mérida del CSIC.